poder de la palabra Can Be Fun For Anyone
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“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca el lucero de la mañana salga en vuestros corazones”
Muhammad Ali fue uno de los mejores boxeadores de la historia. Pero antes de que recibiera su aclamación, antes de que su nombre y su rostro se conocieran en todo el mundo, period solo otro boxeador que luchaba por entrar en la gloria. Ali antes de llegar a la fama sus tres palabras eran: SOY EL MEJOR.
Mas el que fue sembrado en buena tierra, este es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y deliver a ciento, a sesenta, y a treinta por uno.
Responsabilidad y cuidado de la creación: Si todas las cosas han sido creadas por la Palabra de Dios, entonces tenemos la responsabilidad de cuidar y preservar la creación como mayordomos de lo que Dios nos ha confiado.
Debemos recordar que nuestras palabras tienen el potencial de traer vida y esperanza a aquellos que nos rodean. Debemos ser portadores de palabras de aliento y consuelo, de palabras que sanen las heridas y restauren la fe.
Estas palabras nos desafían a reflexionar sobre la importancia de nuestras palabras y cómo pueden afectar tanto a nosotros mismos como a los demás.
Antes bien renunciamos a lo oculto y vergonzoso, no andando con astucia, ni adulterando la palabra de Dios, sino por la manifestación de la verdad recomendándonos a toda conciencia humana delante de Dios.
Nuestras palabras pueden ser una fuente de aliento y fortaleza para aquellos que nos rodean, o pueden herir y destruir. Es importante recordar que nuestras palabras tienen el poder de cambiar la vida de las personas, ya sea para bien o para mal.
La forma correcta es afirmar que es positivo, con los dos ejemplos anteriores se puede revertir a estoy en mi peso ideal, esta afirmación genera en tu mente una imagen de la persona en la que te quieres convertir. Lee sobre «el poder de las afirmaciones».
Cuando usamos nuestras palabras para criticar, juzgar o difamar a los demás, estamos causando un daño profundo en sus vidas. Santiago three:six nos advierte que «la lengua es un fuego, un mundo de maldad». Nuestras palabras pueden encender conflictos y destruir relaciones.
En Proverbios 18:21, se nos advierte que «la muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos». Esta declaración nos muestra que nuestras palabras pueden tener consecuencias duraderas, tanto para nosotros como para los demás.
La Palabra de Dios nos llama a ser cuidadosos con nuestras palabras y a evitar cualquier forma de lenguaje ofensivo o vulgar. En lugar de eso, debemos elegir palabras que construyan y edifiquen a los demás.
En primer lugar, nuestras palabras tienen el poder de edificar o destruir. En Efesios 4:29 se nos insta a hablar «solo lo que sea bueno para edificación, según la necesidad del momento, para que imparta gracia a los que escuchan».
Una de las frases favoritas de Jim Kwik es: si el poder de la palabra conocimiento es poder, aprender es tu superpoder. Aprender a aprender a alta velocidad es algo que todos podemos hacer y es lo que conseguirás cuando despiertes tu supercerebro.